Tomar café puede suponer muchos rituales. Para unos, es una acción automática a la hora de levantarse y casi va unido al acto de lavarse la cara e ir al baño e incluso a veces, poner la cafetera puede ser lo primero antes de ir a mear. Para otros, es un acto social y usan mucho la frase: «quedamos para un café» (por mi parte no soy muy fan de este ritual). Eso sí… sale más barato invitar a un café que a un almuerzo.
¡Todo este rollo es para hablar de lo rico y beneficioso que es tomar café!
Se dice que fue un pastor quien lo descubrió en Etiopía, pero de todas las historias lo que si queda claro es que es de origen arábico y procede del árbol del cafe (Cafeto). Desde antaño se le han atribuido propiedades curativas, una de las que he leído y más me ha gustado es que sirve para combatir la melancolía, quizás sea porque cuando estas tomando un café te tele-transportas a otro mundo soñado. En cualquier caso, entre las propiedades actuales y contrastadas están:
- Olor inmejorable (Siempre que no lo hiervas)
- Bebida energizante.
- Reduce el mal aliento y posibles bacterias bucales, previniendo enfermedades de encías.
- Previene ciertas enfermedades como diabetes.
- Muy muy antioxidante.
- Dosis máxima recomendada para no alterar sistema nervioso 4 o 5 tazas de expreso.
Sus beneficios son mayores que los efectos negativos de los que a veces se habla. El considerar que el café es malo, muchas veces es por su calidad o formas elaborarlo. En España se tiende a consumir mucho café torrefacto (proceso de tueste), que la verdad es poco saludable por los azúcares que se le añaden. Así que cuando veas en un paquete mezcla o natural no penséis que la mezclita es de granos de diferentes partes del mundo, si no que será torrefacto con arábica o robusta de tueste natural. También a veces, después de un café, en algunos bares, suele dar dolor de tripa. El motivo es por no estar bien prensado o también que lo sirvan quemado debido a que tienden a hacer cafés largos y el tiempo influye en el sabor.
Según la Federación Española del Café, en España se consume menos café que en los países nórdicos. Un finlandés puede consumir unos 13 kg de café al año frente a 4,5 kg que es la media en España. En un artículo del periódico El país, comentan de forma muy divertida la falta de cultura cafetera que tenemos a pesar de considerarnos grandes cafeteros, de ahí, que se explique la diferencia en las cantidades consumidas.
En definitiva, odiar o amar el café es cuestión de tiempo y saber elegir dónde tomarlo. Lo mejor, es molerlo justo antes de hacerlo ya sea con molinillo de toda la vida, que te vendrá bien para hacer músculos, o bien usar uno eléctrico. Además es importante poner el agua ya caliente en la cafetera italiana o moka y, a poder ser, si tienes tiempo para estar pendiente, es mejor dejar la tapa abierta, hasta el momento en el que empieza a salir. Así el café tendrá más olor, sabor y se podrá disfrutar de todas sus propiedades.
Como curiosidad, ya que los bares me pirran, los primeros cafés se abrieron en la Meca, lugar de peregrinación.
Os dejo varios lugares donde tomar un buen café en Málaga:
– El último mono, café delicioso y puedes comprar el café en grano.
– Julia Bakery, con una super máquina cafetera y camarero barista.
– Costa Coffee, no he ido pero me han dicho que sus baristas son de categoría.